Cartilla quincenal: espantapájaros
Un espantapájaros en un trigal, nada más. Amanece y un espantapájaros, no muy lejos de mí, sobresale oscuro del trigo abriendo bien los brazos, como si me viniera a abrazar. El horizonte dorado varía, el espantapájaros no. El horizonte dorado hay veces que ondula y otras que cae en aburrida horizontalidad, el espantapájaros es y siempre será el mismo. De su silueta negra entreveo unos ojos de botones y la sonrisa cosida en cruces que le hace, a mi gusto, alguien cordial. Surge ante mí los días de sol y, como yo, se resguarda bajo un gracioso sombrero de paja. Quietos y mudos, nos contemplamos hasta ser solo uno; sonreímos entre destellos. Sonreímos hasta que al sol le da por seguir su curso y al campo ser nada más que un triste trigal.
Espanta pájaros, que no golpes, el torpe de los guantes grandes y la guardia corta. Mueve la sombra frente al reflejo de la gota de sangre que sorbe con vergüenza.
Pero, alumbrado de frente por el reto de un ser humano de distinta cara y movimientos impredecibles, solo puede reír nervioso y agitarse peligroso.
En ejercicios reglados no puede uno más que mantener la calma y la paciencia, confiando en terminar el entrenamiento con práctica de verdad. Solo puedo expresarte lo que me haces sentir dándole uso a tu protector bucal, chaval.
¿Mi profesión? No sabría decirte. Solía ser diseñador web freelance digital nomad, pero ahora vivo en la casa del pueblo de mis abuelos. Es un lugar realmente vaciado. Ni siquiera hay médico. Ni maestro. El único que queda es el cura. Un señor muy mayor. Bautizó a mis padres y a mi hermana. A mí no, porque antes de que naciera yo, mi familia se mudó a la ciudad.
Los pocos feligreses que hay solo van a misa de domingo. Los demás días le lleno los bancos de la iglesia con espantapájaros. Sé que no anda muy bien de la vista, pero no tengo claro si no se da cuenta del engaño o finge. Ante tan populosa audiencia, la homilía es puro fervor. Me emociona a veces. Sobre todo cuando sugiere que, para las próximas elecciones, voten a cualquier partido excepto al de Jesús Gil.
Espantapájaros urbano
Anhela si no suena
todo lo que sea oído
(pide lo que nunca has tenido).
Monta una escena,
álbum ahorcado, tu mejor sirena
sin coro ni lema.